¿Aún no conocéis la bilogía de la vampiresa y el policía?
Amanda sale adelante como puede. Con treinta y siete años y un hijo al que intenta no fallar nunca, procura no perder la sonrisa y aguantar todos los chaparrones que caen sobre ella. Al fin y al cabo, su pequeño se merece una infancia feliz y una madre que se desviva por él.
Derek odia a las mujeres, pero sobre todo, odia a su exmujer. Después de soportar todo lo que un hombre en su sano juicio no habría soportado jamás, decide mudarse y comenzar de cero.
Lo que no imaginaba es que un diablillo y una vampiresa muy poco cuerdos pondrían su vida patas arriba…
(Amanda ha perdido a su marido, está centrada en su hijo y lo único que espera de la vida es que su pequeño sea feliz.
Derek es algo brusco y torpe, pero un romántico de corazón. Después de que su mujer le abandone por otro, decidirá que todas son unas arpías despiadadas. ¿Por qué ya no quedan mujeres reales en el mundo?, pensará.
¿Y Pipper? ¿O mejor dicho, Fantasma? Un cachorrito de cocker que parece dispuesto a completar esta historia y unir todos los cabos sueltos.
¿Quién no.
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